El ser humano siempre ha buscado la verdad, por ejemplo ¿cómo
es el universo?, y para eso se ha planteado como sería la mejor forma de
conocerlo.
Ya los pensadores griegos se dieron cuenta de que necesitaban un
conjunto de reglas para conocer la verdad, ahí nace la ciencia y el método
científico.
El método científico
es el proceso de conocimiento caracterizado por el uso
constante e irrestricto de la capacidad crítica de la razón,
que busca
establecer la explicación de un fenómeno ateniéndose a lo previamente
conocido, resultando una explicación plenamente congruente con los datos de
la observación.
Los Pasos del Método Científico
1. Observación: Observar es aplicar atentamente los sentidos a un objeto o a
un fenómeno, para estudiarlos tal como se presentan en realidad.
2. Inducción: La acción y efecto de extraer, a partir de determinadas
observaciones o experiencias particulares, el principio particular de cada
una de ellas.
3. Hipótesis: Planteamiento mediante la observación siguiendo las normas
establecidas por el método científico.
4. Probar la hipótesis por experimentación.
5. Demostración o refutación (antítesis) de la hipótesis.
6. Tesis o teoría científica (conclusiones).
EL PENSAMIENTO CRÍTICO
Todo el mundo piensa; es parte de nuestra naturaleza. Pero,
mucho de nuestro pensar, por sí solo, es arbitrario, distorsionado,
parcializado, desinformado o prejuiciado.
El pensamiento crítico es ese modo de pensar,
sobre cualquier tema, contenido o problema, en el cual el pensante mejora
la calidad de su pensamiento al apoderarse de las estructuras
inherentes del acto de pensar y al someterlas a estándares intelectuales.
Inducir es un tipo de razonamiento en
donde se obtienen conclusiones tan sólo probables. La inducción matemática
es un caso especial, donde se va de lo particular a lo general y, no
obstante, se obtiene una conclusión necesaria.
Típicamente, el razonamiento
inductivo se contrapone al razonamiento deductivo, que va de lo general a lo
particular y sus conclusiones son necesarias.
En otras palabras, un
argumento deductivo existe cuando B puede estar lógicamente y necesariamente
inferido de A. Sin embargo, la mayoría de los argumentos que uno se puede
encontrar en la vida diaria son inductivos.
Un pensador crítico debería
entender que no importa como de fuerte es la evidencia que sostenga a un
argumento inductivo ya que nunca probará su conclusión mediante un
necesariamente o con una absoluta certeza (excepto en la inducción
matemática). Es decir, el argumento inductivo solo prueba con cierto grado
de probabilidad.