La energía es la
capacidad de un cuerpo cualquiera para efectuar un trabajo.
Por ejemplo: el
agua almacenada en una presa contiene energía.
Cuando se abren las
compuertas, el agua se pone en movimiento y acciona unas ruedas de molino
(trabajo) o bien unas máquinas llamadas turbogeneradores que producen otro
tipo de energía (energía eléctrica).
La energía adopta diversas formas (mecánica, luminosa, calorífica,
hidráulica, etc) y ha existido siempre en la naturaleza.
El hombre no puede
crear energía.
Lo que realmente hace el hombre es inventar máquinas que
aprovechan la energía existente en la naturaleza (energía primaria) para
realizar trabajos útiles, tales como calefacción, transporte o bien para
transformar la energía primaria en otras formas de energía más cómodas de
utilizar.
Todos estamos familiarizados con la energía eléctrica, puesto que
la usamos continuamente en nuestros hogares.
Cuando accionamos el
interruptor de la luz, o cuando conectamos la radio, o la nevera o la
lavadora, disponemos de una energía invisible, silenciosa y limpia,
dispuesta a realizar su trabajo las veinticuatro horas del día y los
trescientos sesenta y cinco días del año.
Ahora bien, para que esto sea posible ha sido preciso transformar alguna
forma de energía primaria existente en la naturaleza en la energía
eléctrica que llega a nuestras casas.
La naturaleza nos ofrece diversas
alternativas o
fuentes de energía primaria: saltos de agua, carbón, leña,
petróleo, gas...... a partir de las cuales se consigue energía eléctrica
por medio de las centrales (hidráulica, térmica, etc) construidas para esa
función.
Hasta hace 30 años éstas eran las únicas fuentes de energía
aprovechadas por el hombre.
Pero la población humana ha ido creciendo
continuamente y elevando su nivel de vida, aumentando sus necesidades de
energía eléctrica (ferrocarriles, industrias, electrodomésticos) y se dio
cuenta de que el carbón, petróleo, gas utilizados hasta entonces se estaba
agotando y era preciso encontrar otra forma de energía para hacer frente a
las nuevas necesidades.
Así descubrió el hombre que existía una substancia
en la naturaleza, llamada uranio, que contenía en su interior enormes
cantidades de energía.
Entonces tuvo que idear las máquinas apropiadas para
aprovechar esta energía y transformarla en energía eléctrica.
El Uranio
El uranio es un metal que tiene unas determinadas propiedades y que
se encuentra en la naturaleza en estado sólido mezclado con otros
materiales.
El uranio se compone de multitud de átomos.
Cada
átomo lleva
dentro un núcleo el cual, a su vez, contiene diversas partículas, y entre
ellas, unas llamadas neutrones.
¿Cómo se Obtiene energía del uranio?
En el núcleo del uranio es donde se encuentra almacenada la gran cantidad
de energía.
De ahí viene el nombre de energía nuclear con que se le conoce.
Para liberar y disponer de esta
energía es preciso romper (fisionar)
el
núcleo del átomo de Uranio.
Energía nuclear
La energía nuclear
es la energía liberada durante la fisión o
fusión de núcleos atómicos cuando en el se produce une reacción nuclear
(por ejemplo romper el nucleo).
Es
la 4ª fuerza y es la fuerza más potente.
Las cantidades de energía que
pueden obtenerse mediante procesos nucleares superan con mucho a las que
puedan lograrse mediante procesos químicos, que solo implican las regiones
externas del átomo.
La energía se puede obtener de dos formas: fisión y
fusión.
La energía que proviene de estos dos procesos es debida a la
desigualdad de
materia que existe en la reacción, entre los elementos
reactivos (antes de la reacción o rotura) y los elementos resultantes de la reacción
(después de romperse).
Una pequeña cantidad
de masa proporciona por tanto una gran cantidad de energía.
Por ejemplo la
energía que produce un kilogramo de uranio (elemento usado en la fisión) es
equivalente al la que producen 200 Tm de carbón.
Fisión
Es una reacción nuclear en la que se provoca la ruptura del núcleo
de un átomo mediante el impacto de un neutrón.
Como en todo núcleo existe almacenada una enorme cantidad de
energía (que hace que todas las partículas estén unidas unas a otras, al producirse la fisión, parte de esta energía
se libera y se manifiesta en forma de
calor.
Además de calor se desprenden
una serie de radiaciones (partículas subátomicas), que en grandes dosis
suelen ser perjudiciales para los seres vivos.
Generalmente los átomos que se suelen fisionar son de uranio, torio
o plutonio.
Este proceso tiene lugar en núcleos atómicos de isótopos
inestables de algunos de estos elementos como el uranio 235 (tiene 143
neutrones en su nucleo y 92 protones, en total 235).
Los neutrones emitidos en la fisión puede provocar otras fisiones
de otros núcleos de uranio, continuándose el proceso.
A esto se le denomina reacción en cadena.
Fusión
La reacción de fusión o reacción termonuclear consiste en
interaccionar o unir dos núcleos de átomos ligeros para formar otro átomo
más pesado.
En esta reacción se libera energía correspondiente al defecto
de masa entre las distintas fases de la reacción.
El ejemplo típico de esta reacción es la fusión del hidrogeno y más
concretamente de sus dos isótopos, deuterio(D) y tritio(t ), para formar
helio, un neutrón y gran cantidad de energía.
Estos elementos son
abundantes.
El deuterio se obtiene del agua y el tritio del litio, metal
muy abundante en la naturaleza que normalmente se encuentra mezclado con
otros minerales.
El inconveniente es que para conseguir esta reacción es necesario
mantener a los elementos a una temperatura próxima a los 100 millones de
grados centígrados.
A esta temperatura la materia se denomina plasma y
normalmente se mantiene dentro de potentes campos magnéticos, creando un
recinto capaz de aguantar esta condiciones.
Esta forma de crear energía es la utilizada por el Sol.
En la
actualidad el aprovechamiento de esta energía está en vías de investigación
y desarrollo.
La dificultad mayor está en conseguir las altísimas
temperaturas, ya que en estos momentos hay que invertir más energía que la
que realmente se obtiene.
Se espera que salvada esta barrera, y con el
avance científico necesario, esta fuente de energía sea la energía base del
futuro, energía sin residuos radioactivos peligrosos y una fuente de
energía casi inagotable que permitiría el abastecimiento de energía
prácticamente para siempre.
Es sin duda la energía del futuro que nos
arreglaría muchos problemas en el mundo.
Veamos como se genera la Energia Nuclear mediante este video muy sencillo:
La Reacción en Cadena
Esto sucede cuando se dispone de una gran cantidad de núcleos de
uranio.
Los neutrones liberados en la rotura de cada núcleo de uranio se
aprovechan para romper nuevos núcleos, produciendo otros neutrones, que a
su vez vuelven a chocar con otros núcleos, liberando nuevos neutrones y así
sucesivamente.
Al producirse muchas fisiones se dispone de una gran cantidad de
energía que se podrá transformar en energía eléctrica.
Naturalmente, el hombre, al idear
las máquinas capaces de
aprovechar la energía nuclear en la forma que hemos visto (centrales
nucleares), ha ideado simultáneamente la forma de controlar la cantidad de
energía que se produce, de forma que en todo momento se produzcan las
cantidades adecuadas a las necesidades.
Veamos un video sobre la Fisión Nuclear y la reacción en cadena:
Las radiaciones
Las radiaciones forman parte del mundo de la energía nuclear.
La
humanidad ha estado siempre expuesta a radiaciones visibles e invisibles
que proceden de las materias existentes en todo el universo. Las
radiaciones puede ser de dos clases:
Las radiaciones naturales son las existentes en el medio en que
vivimos; provienen de la Tierra y del espacio exterior.
En la Tierra hay
minerales(uranio, torio y radio) que emiten radiaciones y del espacio
exterior nos llegan las radiaciones procedentes del Sol y de las estrellas.
Las radiaciones naturales provienen de: las radiaciones cósmicas que nos
vienen de fuera de la Tierra; los elementos llamados radiactivos se
encuentran incluso en los materiales con los que se fabrican las casas en
que vivimos, en el aire que respiramos, en el agua que bebemos, en los
alimentos que tomamos, etc.
Los elementos que forman el cuerpo humano,
principalmente el potasio y el carbono.
Las radiaciones artificiales son las que provienen de fuentes
creadas por el hombre(aparatos de televisión y monitores, relojes con
esferas luminosas, aparatos de radiografía utilizados en medicina)
Los
aparatos de radiografía son las fuentes de las que mayor cantidad de
radiación recibimos.
Esta energía se propaga en forma de radiaciones, formadas por
partículas nucleares, como la radiación a , radiación b y neutrones, o por
ondas electromagnéticas, como la radiación g .
La radiación (a ) está formada por partículas con carga eléctrica
positiva y mas concretamente por núcleos de helio.
Recorren una distancia
muy pequeña y son detenidas por una hoja de papel o la piel del cuerpo
humano.
La radiación (b ) está compuesta por una corriente de partículas
semejantes a los electrones procedentes del núcleo atómico que se liberan
al producirse la escisión.
Recorren en el aire una distancia de un metro,
aproximadamente, y son detenidas por unos pocos centímetros de madera o una
hoja delgada de metal.
La radiación (g ). En este caso no tiene carga, pues no son
desviadas por efecto de ningún campo magnético ni eléctrico.
Recorren
cientos de metros en el aire y son detenidas por una pared gruesa de plomo
o cemento.
Los neutrones. Estas partículas del núcleo atómico no poseen carga.
Son emitidas en una reacción atómica y son muy penetrantes, pero pueden ser
fácilmente frenados. El agua es un excelente blindaje frente a ellos.
La Tecnología Empleada
Una central nuclear es una instalación termoeléctrica que aprovecha
la fuente de calor originada por la fisión del núcleo de uranio para
producir energía eléctrica.
La fisión del núcleo, aparte de originar calor, emite neutrones que
darán origen a otras fisiones.
Se dice entonces que se esta originando una
reacción en cadena.
Si una reacción nuclear no esta bajo control se puede producir una
gran explosión, ya que se libera una enorme cantidad de energía en
poquísimo tiempo.
Precisamente para evitar esto, en las centrales nucleares
se encuentran los reactores nucleares, que son maquinas que permiten
iniciar, mantener y controlar una reacción en cadena.
En este enlace puedes ver como son las diferentes tipos de centrales
eléctricas:
Centrales Eléctricas.
Componentes
de Una Central Nuclear
La central nuclear utiliza como fuente de energía la procedente de
un elemento fisionable.
Por analogía con el proceso que tiene lugar en las
centrales termoeléctricas de carbón, petróleo o gas, se suele denominar a
este material combustible nuclear, aunque en las centrales nucleares no
tiene lugar ninguna combustión.
Este material debe mantenerse estable el mayor tiempo posible para
que se pueda manipular.
Solo tres isótopos de elementos pesados cumplen
esta condición: Uranio 233, Uranio 235 y Plutonio 239.
Para utilizar este material las centrales nucleares tienen en sus
instalaciones el reactor nuclear, como elemento básico e indispensable.
En
el núcleo del reactor se aloja el material combustible y se produce y
controla la fisión, siendo el elemento que constituye el alma de la
central.
El Reactor Nuclear
En los reactores nucleares el combustible se introduce en tubos, de
unos 5m. de longitud y 1cm. de diámetro, de acero inoxidable o de una
aleación de circonio.
Para iniciar la fisión en el núcleo hay una fuente de neutrones
que, en la mayoría de los casos, esta inmersa en un moderador,
generalmente, agua ligera, agua pesada o grafito.
La función del moderador
es reducir la velocidad de los neutrones para asegurar su impacto sobre
otros núcleos.
Otro elemento importante son las barras de control, cuya misión es
regular la actividad dentro del núcleo.
Para ello usan barras móviles que
se introducen mas o menos en el núcleo, regulan el numero de fisiones que
tienen lugar por unidad de tiempo y permiten variar la potencia del
reactor.
Cuando las barras de control están totalmente introducidas en el
núcleo, la absorción de neutrones es tal, que la reacción en cadena separa.
A medida que se van extrayendo del núcleo las barras, la reacción va
aumentando hasta los niveles requeridos.
Las barras de control suelen ser
aleaciones de boro, cadmio y hafmio.
Los reactores
se pueden clasificar en:
- Reactores lentos o térmicos: son los que disponen de algún tipo
de moderador.
- Reactores rápidos: no disponen de moderador.
El núcleo del reactor está rodeado de un elemento refrigerante, un
fluido que se encarga de transmitir el calor producido en el mismo a los
equipos de transformación de energía, con la que generan energía eléctrica.
El conjunto de todos estos elementos se encuentra dentro de un
recipiente de contención formado por muros de gran espesor para evitar
cualquier fuga de radioactividad al exterior en caso de accidente, y
también para resistir los efectos de un movimiento sísmico.
Suele tener
forma cilíndrica con una cúpula semiesférica.
Edificio de turbinas y condensación
A el llega el vapor de agua a alta temperatura que mueve los álabes
del turbogenerador procedente de refrigerar directamente el núcleo del
reactor o de un intercambiador de calor.
Edificio de manipulación
En este lugar también se almacenan el combustible ya utilizado
hasta que sea trasladado a un centro de reprocesamiento o a un deposito de
almacenamiento definitivo.
Necesidad de las centrales
nucleares
En todo el mundo hay un aumento progresivo en las necesidades de
energía eléctrica debido al aumento del nivel de vida.
Cada día
electrificamos más nuestros hogares, tenemos lavadora, televisión, radio,
calefacción y lavavajillas.......
Cada día hay más industrias que consumen
mayor cantidad de energía eléctrica.
En pocas palabras, el consumo de energía eléctrica crece a un ritmo
constante.
En nuestro país el crecimiento es, aproximadamente, de un 3%
anual acumulativo.
Esta mayor demanda hay que satisfacerla, y para ello hay
que producir más energía eléctrica.
Para satisfacer esta demanda hay gran cantidad de centrales de
muchos tipos (hidráulica, térmica, etc.).
Ahora bien, dado que ambas
materias primas, y sobre todo el petróleo, se encuentran en el subsuelo y
en cantidades limitadas y en manos de unos pocos países, por lo que es
aconsejable y hasta necesario, buscar otra fuente primaria de energía como
alternativa del petróleo.
Esta tercera fuente es el uranio que constituye
el combustible de las centrales nucleares y que ha demostrado a lo largo de
casi 40 años su capacidad para producir energía eléctrica de una forma
segura, limpia y a un coste no superior al de las centrales térmicas.
Otra
ventaja es que el coste de la energía eléctrica producida de esta forma
apenas esta influenciada por la subidas en el precio del uranio mientras
que en las otras centrales sí.
Por todo ello hemos de concluir que si queremos que nuestro
desarrollo se mantenga, la energía nuclear se manifiesta, por el momento,
como solución a nuestro problema energético.
Central con reactor de agua pesada
El combustible utilizado es uranio natural. Como moderador utiliza
agua pesada.
Como refrigerante emplea agua pesada a presión, en el circuito
primario y agua ligera en el circuito secundario. Prácticamente no se
emplea.
Central con reactores rápidos
A diferencia de todos los tipos anteriores no utiliza moderador
para reducir la velocidad de los neutrones emitidos en el proceso de
fisión.
El combustible es plutonio y uranio 238.
En la fisión, parte del uranio se transforma en plutonio, con lo
que se puede obtener rendimientos hasta 60 veces superiores a los que se
consiguen en las actuales centrales convencionales.
Debido al enorme calor
que desarrollan deben utilizar un refrigerante muy efectivo, generalmente
sodio líquido.
De este reactor hay funcionando unas 6 centrales en todo el
mundo, pues se trata de una tecnología muy reciente que todavía esta en
proceso de experimentación.
Funcionamiento de una Central Nuclear
Descripción de una central nuclear de tipo PWR con los elementos más
importantes de la misma.
El edificio del reactor es un recinto blindado, cilíndrico cubierto
por una cúpula semiesferica.
En el se aloja el reactor los generadores de
vapor y las bombas del refrigerante del reactor.
Esta instalación
constituye la parte más importante de la central.
El funcionamiento de la central es el siguiente:
El reactor genera calor por la acción de las fisiones de los átomos
del combustible, que pasa al fluido refrigerante, que se mantiene en estado
líquido, debido a la presión alta del circuito.
El fluido es conducido
mediante tuberías hacia los generadores de vapor, regresa por otros
conductos de nuevo al reactor, mediante el impulso de una bomba.
Este
circuito se denomina circuito primario de refrigeración.
En los generadores
de vapor, el calor es transmitido al refrigerante (agua) del circuito
secundario donde se vuelve vapor.
Este se dirige al edificio de turbinas,
donde acciona los álabes de las turbinas de alta y baja presión.
El vapor
que sale de las turbinas pasa de nuevo a estado líquido en el condensador
por acción de un circuito de refrigeración, que toma agua de un río o del
mar, siendo restituido de nuevo al mismo posteriormente.
El vapor
condensado se purifica mediante desmineralizadores y, tras un calentamiento
previo, es introducido de nuevo en los generadores de vapor mediante una
bomba que aumenta su presión convenientemente, repitiéndose así el ciclo.
La energía cinética producida en las turbinas se convierte mediante
un generador en energía eléctrica, la cual, mediante transformadores se
convierte en corriente de alta tensión.
El seguimiento de todas estas operaciones se realiza en la sala de
control y las instalaciones se completan con el edificio de manejo de
combustible (almacén con el combustible nuevo y otro almacén con el
combustible gastado).
El Ciclo del
Combustible Nuclear
Cualquier central de producción de energía eléctrica es sólo parte
de un ciclo energético global.
El ciclo del combustible de uranio empleado
en los sistemas RAL es actualmente el más importante en la producción
mundial de energía nuclear, y conlleva muchas etapas.
El uranio, con un
contenido de aproximadamente el 0,7% de uranio 235, se obtiene en minas
subterráneas o a cielo abierto.
El mineral se concentra mediante
trituración y se transporta a una planta de conversión, donde el uranio se
transforma en el gas hexafluoruro de uranio (UF6).
En una planta de
enriquecimiento isotópico por difusión, el gas se hace pasar a presión por
una barrera porosa.
Las moléculas que contienen uranio 235, más ligeras,
atraviesan la barrera con más facilidad que las que contienen uranio 238.
Este proceso enriquece el uranio hasta alcanzar un 3% de uranio 235. Los
residuos, o uranio agotado, contienen aproximadamente el 0,3% de uranio
235.
El producto enriquecido se lleva a una planta de fabricación de
combustible, donde el gas UF6 se convierte en óxido de uranio en polvo y
posteriormente en bloques de cerámica que se cargan en barras de
combustible resistentes a la corrosión.
Estas barras se agrupan en
elementos de combustible y se transportan a la central nuclear.
Un reactor de agua a presión típico de 1.000 MW tiene unos 200
elementos de combustible, de los que una tercera parte se sustituye cada
año debido al agotamiento del uranio 235 y a la acumulación de productos de
fisión que absorben neutrones.
Al final de su vida, el combustible es
enormemente radiactivo debido a los productos de fisión que contiene, por
lo que sigue desprendiendo una cantidad de energía considerable.
El
combustible extraído se coloca en piscinas de almacenamiento llenas de agua
situadas en las instalaciones de la central, donde permanece un año o más.
Al final del periodo de enfriamiento, los elementos de combustible
agotados se envían en contenedores blindados a una instalación de
almacenamiento permanente o a una planta de reprocesamiento químico, donde
se recuperan el uranio no empleado y el plutonio 239 producido en el
reactor, y se concentran los residuos radiactivos.
El combustible agotado todavía contiene casi todo el uranio 238
original, aproximadamente un tercio del uranio 235 y parte del plutonio 239
producido en el reactor.
Cuando el combustible agotado se almacena de forma
permanente, se desperdicia todo este contenido potencial de energía.
Cuando
el combustible sé reprocesa, el uranio se recicla en la planta de difusión,
y el plutonio 239 recuperado puede sustituir parcialmente al uranio 235 en
los nuevos elementos de combustible.
En el ciclo de combustible del RARML, el plutonio generado en el
reactor siempre se recicla para emplearlo como nuevo combustible. Los
materiales utilizados en la planta de fabricación de elementos de
combustible son uranio 238 reciclado, uranio agotado procedente de la
planta de separación isotópica y parte del plutonio 239 recuperado.
No es
necesario extraer uranio adicional en las minas, puesto que las existencias
actuales de las plantas de separación podrían suministrar durante siglos a
los reactores autorregenerativos.
Como estos reactores producen más
plutonio 239 del que necesitan para renovar su propio combustible,
aproximadamente el 20% del plutonio recuperado se almacena para su uso
posterior en el arranque de nuevos reactores autorregenerativos.
El paso final en cualquiera de los ciclos de combustible es el
almacenamiento a largo plazo de los residuos altamente radiactivos, que
continúan presentando peligro para los seres vivos durante miles de años.
Varias tecnologías parecen satisfactorias para el almacenamiento seguro de
los residuos, pero no se han construido instalaciones a gran escala para
demostrar el proceso.
Los elementos de combustible pueden almacenarse en
depósitos blindados y vigilados hasta que se tome una decisión definitiva
sobre su destino, o pueden ser transformados en compuestos estables,
fijados en material cerámico o vidrio, encapsulados en bidones de acero
inoxidable y enterrados a gran profundidad en formaciones geológicas muy
estables.
La Energía Nuclear y el
Medio Ambiente
El aprovechamiento de la energía nuclear, debido a sus
características, trae consigo riesgos que pueden originar grandes
perjuicios para la vida en la tierra y para el medio ambiente.
Esto hace
que en la actualidad sean muy dispares las opiniones acerca de su uso.
Potencialmente el riesgo está ahí y aunque pequeño, existe.
En caso
de una fuga radioactiva podría acarrear balances provisionales de:
- La superficie quedaría totalmente contaminada durante décadas en
un radio de acción de 10 Km.
- Miles de afectados.
- Futuros cánceres, así como malformaciones de nuevos seres.
- La atención médica para tal evento rebasaría su capacidad.
- Consecuencias a la largo plazo no definidas.
- Además en un radio de 30 Km. existe riesgo de contaminación de
agua y alimentos.
Como ejemplo patente tenemos el caso del accidente de Chernobyl en
1986, en el que a cientos de kilómetros los niveles de radiación eran
preocupantes.
Este accidente, aunque se debió principalmente a una mala
aplicación de las normas de seguridad y control, no se debe repetir.
A pesar de todo esto no debemos de ser alarmista ya que los seres
vivos se encuentran sometidos a radiaciones, de origen natural, que superan
con creces los niveles de radiación recibidos, en relación con los que
podrían recibir de una central nuclear cuando funciona de manera normal.
Seguridad contra las Radiaciones
Los efectos de las radiaciones fueron reconocidos antes de
proyectar el reactor nuclear.
Unos 40 años de experiencia habían avisado
que los materiales radiactivos y las radiaciones penetrantes deberían
tratarse con cuidado.
En 1920, los científicos de varios países empezaron a estudiar los
daños que habían sufrido los primeros investigadores, debido al contacto
directo o por haber ingerido materiales radiactivos o bien por exposiciones
prolongadas a los rayos X.
Como resultado de todos los esfuerzos y estudios realizados durante
muchos años, se han establecido unas normas fundamentales de protección,
que determinan las dosis equivalentes de radiación máxima admisible, de
manera que no produzcan ningún daño apreciable, tanto para las personas
profesionales expuestas a ellas como para la población en general.
Los Medios eficaces para protegerse de las
Radiaciones son:
El tiempo interviene de dos formas:
- Limitando la duración de exposición.
El tomar el sol un rato no
hace daño, pero si se toma durante horas seguidas puede producir
quemaduras.
- Almacenando las substancias radioactivas para reducir la
intensidad de las mismas.
Según va pasando el tiempo, su fuerza es menor.
De igual forma que las cenizas de cualquier fuego se van enfriando.
La distancia:
- Al aumentar la distancia también se reduce la intensidad de las
radiaciones.
Igual que sucede con una estufa, cuanto más lejos estemos,
menos calor recibimos.
Pantalla interpuesta:
- La pantalla, pared o muro detiene las radiaciones.
Residuos radiactivos
Se denomina residuo radiactivo a cualquier material que contiene o
está contaminado con radioisótopos en concentraciones superiores a las
establecidas por las autoridades competentes.
Las centrales nucleares que se construyen actualmente están
provistas de todas las instalaciones necesarias para que el escape de
productos radiactivos al exterior sea prácticamente nulo, lo que se
denomina descarga radiactiva cero.
Este término de descarga radiactiva cero, significa que las dosis
de radiación producida por las sustancias que salen al exterior es muy
inferior a la radiación natural, producida por los rayos solares, las
substancias minerales existentes en la tierra, etc., a la cual ha estado
sometido el ser humano desde su origen en la tierra.
Las medidas de radiactividad realizadas en las proximidades de las
centrales nucleares se efectúan antes del funcionamiento de las mismas,
para calcular el nivel de radiación del fondo natural.
La legislación de
los siguientes países, que disponen de estas centrales, permiten reducidos
aumentos de estos valores de radiactividad ambiental.
Valores, por otra
parte, que se encuentran muy por debajo de lo que presumiblemente pueda
afectar al medio ambiente.
Los residuos radiactivos tienen su origen principal en las
centrales nucleares y en menor medida en aparatos clínicos y de
investigación. Los más significativos son:
· Residuos gaseosos y líquidos procedentes de centrales nucleares.
· Residuos sólidos de baja y media actividad producidos en centrales
nucleares y otras instalaciones, tales como hospitales.
· Residuos sólidos de alta actividad procedentes de combustibles de las
centrales nucleares.
· La seguridad de las centrales nucleares
Las centrales nucleares han venido a resolver en gran medida el
problema de la siempre creciente demanda de energía con que se enfrenta el
mundo actual, y que se agrava con el agotamiento progresivo de los
combustibles tradicionales (carbón, gas, petróleo).
Ante tal perspectiva, cabe preguntarse a que riesgos está expuesto
el ambiente, en el que el hombre desempeña su actividad cotidiana, como
consecuencia de la instalación y funcionamiento de las centrales nucleares.
En otras palabras, ¿son seguras las centrales nucleares?.
· Contención de las sustancias radiactivas dentro de barreras múltiples:
1ª barrera: la propia pastilla del combustible nuclear tiene una gran
capacidad para retener en su interior la mayor parte de las sustancias
radioactivas que se producen, constituyendo, de esta forma, la primera
barrera que evita el escape de dichas sustancias.
2ª barrera: la pequeña cantidad restante que se desprende del combustible
queda confinada en los tubos, que forman las varillas de combustible.
3ª barrera: si, por un defecto en la barrera anterior, lograra salir alguna
partícula, pasaría al refrigerante, quedando confinada dentro del circuito
cerrado en que se mueve dicho refrigerante.
4ª barrera: además de estas barreras anteriormente indicadas, existe una
mas, denominada edificio de contención (hormigón y acero), que contribuye a
garantizar que dichos residuos no contaminen el ambiente.
· Líneas de defensa:
Para conseguir las máximas garantías, en cuanto a la eficiencia de
las barreras de contención, se aplica el concepto conocido por las "tres
líneas de defensa".
La primera línea de defensa consiste en la elaboración de un
proyecto, en el que se escogen aquellas características físicas que, por sí
mismas, hagan que el reactor sea seguro y estable.
La segunda línea de defensa consiste en la adopción de una serie de
medidas encaminadas a contrarrestar los efectos del mayor fallo, que pueda
imaginarse en las barreras, de forma que no puedan escapar al ambiente las
sustancias radiactivas.
La tercera línea de defensa consiste en una serie de instrumentos y
sistemas independientes, que realizan la misma función que la segunda
línea.
Conclusión:
Teniendo en cuenta que la palabra seguridad ha de entenderse en
términos relativos, si alguna actividad puede catalogarse como segura es,
sin lugar a dudas, la producción de energía eléctrica en las centrales
nucleares.
A cualquier escala, los beneficios de un combustible limpio,
económico e inagotable pesan mucho más que los posibles y poco probables
riesgos que puedan presentar, ya que no existe otra alternativa razonable
para satisfacer nuestras necesidades de energía.
Por todo esto se puede decir de una manera razonada que si hay
seguridad en las centrales nucleares y que es muy poco probable que pueda
suceder nada peligroso, siendo más probable una catástrofe por una rotura
de una presa que en una central nuclear.