La galvanotecnia es una técnica química industrial utilizada para el recubrimiento de un objeto, normalmente metálico, con una capa delgada de otro metal mediante el proceso de la electrólisis (corriente eléctrica para descomponer un líquido).
Una vez recubierto el objeto se dice que está "galvanizado".
La galvanotecnia también se puede llamar galvanoplastia.
Nota: Galvanizar es recubrir un metal con otro, pero solo cuando este proceso se realiza mediante electrolisis es cuando se llama galvanotecnia.
La idea es usar electricidad para recubrir un metal, como el cobre, con una capa delgada de otro metal con mejores u otras propiedades diferentes, como el oro, la plata, el zinc, el cromo, etc.
Un ejemplo, el acero o el hierro se recubren de zinc mediante la galvanotecnia para protegerlo de la oxidación (oxígeno del aire), la humedad, la corrosión (por el agua), los cloruros y sulfuros que atacan el acero.
Este acero recubierto de zinc es acero galvanizado o cincado.
Muchas veces el acero también se recubre con cromo y se conoce como acero inoxidable.
Otros muy comunes y utilizados son el recubrimiento de acero, cobre y latón con estaño, o recubrimiento de metales con oro, con cobre, con bronce, etc.
La misión final de la galvanotecnia es proteger la superficie del metal sobre el cual se realiza el proceso.
Hoy en día hay multitud de productos y objetos recubiertos mediante la galvanización como cinturones, hebillas, botones, jarros de metal, objetos decorativos, etc.
¿Alguna vez has visto algunas joyas de oro en una tienda y pensaste:'¡Eso es barato!'? Si es así, lo más probable es que haya sido galvanizado.
No será oro puro, tendrá una fina capa de metal precioso que cubre un metal mucho más barato por debajo.
Además de hacer que los metales baratos parezcan caros, la galvanotecnia tiene otros muchos usos.
Podemos usarla para hacer que algunos materiales que no son resistentes a la oxidación o corrosión puedan serlo recubriéndolo con otro metal que no se oxide y no se corroa, para producir una variedad de aleaciones útiles como el bronce, e incluso para hacer que el plástico se vea como un metal.
¿Cómo funciona este increíble proceso?
Proceso de la Galvanotecnia
Primero hacemos una solución acuosa (líquido) que tiene una parte de sales metálicas (partes de metal). Este líquido será al que llamaremos "electrolito" y el metal que contiene este líquido será el metal con el que queremos recubrir.
En nuestro ejemplo sulfato de cobre (ver imagen), que contiene cobre con el que queremos recubrir una pieza de latón.
Ahora sumergimos dos placas metálicas que conectaremos a una batería o fuente de alimentación. Una placa la conectaremos al polo
positivo y se llamará Ánodo y la otra al negativo y se llamará Cátodo. El cátodo será la placa u objeto metálico que queremos recubrir con los metales que contiene el electrolito. En nuestro ejemplo Latón, que recubriremos de cobre para darle mejores propiedades. La otra placa, al ánodo debe ser del mismo metal que contiene el electrolito y con el que queremos recubrir el latón, es decir, en nuestro caso cobre.
Pues bien, al conectarlas a la batería pasa la corriente por el electrolito y el líquido se descompone en iones positivos y negativos.
Los iones positivos serán el metal que contenía el electrolito (cobre) y con el que queremos recubrir.
Estos iones metálicos (cobre), que son positivos, se depositarán sobre la placa metálica que está conectada al negativo o cátodo, quedando recubierto el metal del cátodo (latón) por estos iones metálicos o metal del electrolito (cobre).
Recuerda que polos opuestos se atraen, positivo y negativo se atraen, por eso los iones positivos van hacia la placa negativa o cátodo y lo recubren.
Cuando se agotan los iones de cobre del electrolito, los seguirá aportando el ánodo, por eso debe ser del mismo metal.
El cátodo será el metal u objeto que queremos recubrir con el metal que contiene el electrolito.
Así tenemos nuestro recubrimiento.
Resumiendo, en una solución acuosa con contenido en sales metálicas, al hacer pasar corriente por ella, los iones metálicos positivos de las sales metálicas, se depositan en la superficie del objeto conectado al cátodo.
De esta manera, si las sales son de cobre, plata, níquel o cromo, el cátodo (el objeto) resultará cubierto con dicho metal.
Todos los tipos de metales pueden ser chapados o recubiertos de esta manera, incluyendo el oro, la plata, el estaño, zinc, cobre, cadmio, cromo, níquel, platino y plomo.
Aquí tienes un video que te explica el proceso claramente.
Aspectos Importantes en el Proceso
En el proceso, lo primero, debe ser elegir los electrodos y electrolitos correctos al determinar la reacción química o las reacciones que desea que ocurran cuando pase la corriente eléctrica.
Si deseas recubrir de cobre algo, necesita un electrolito hecho de una solución de sal de cobre, mientras que para el chapado en oro necesita un electrolito a base de oro, etc.
A continuación, debemos asegurarnos que el electrodo que queremos recubrir esté completamente limpio.
De lo contrario, cuando los átomos de metal del electrolito se depositen en él, no formarán un buen enlace.
En general, la limpieza se realiza sumergiendo el electrodo en una solución ácida o alcalina fuerte o conectando (brevemente) el circuito de la electrolisis al revés.
Si el electrodo está realmente limpio, los átomos del metal de la placa se unen de manera efectiva al unirse muy fuertemente a los bordes exteriores de su estructura cristalina.
No todo lo Galvanizado es Galvanotecnia
Hay otras formas de galvanizar (recubrir) de las que hablaremos en otra ocasión, pero aquí tienes un breve resumen de las 2 principales:
Galvanizado en Frio: Recubrir el metal con una pintura metálica. Por ejemplo podemos usar pintura de zinc para recubrir acero.
Galvanizado en Caliente: Inmersión en metal fundido. Consiste en sumergir el metal que se va a recubrir en otro metal de menor punto de fusión y que se encuentra dentro de una cubeta en estado fundido.