Es un documento oficial redactado por un técnico competente que
incluye información objetiva sobre las características energéticas de un
inmueble.
Califica energéticamente un inmueble calculando el consumo
anual de energía necesario para satisfacer la demanda energética en
condiciones normales de ocupación y funcionamiento.
Esto incluye la
producción de agua caliente, calefacción, iluminación, refrigeración y
ventilación.
En definitiva, informa sobre el consumo
energético y sobre las emisiones de CO2 de un inmueble que se
anuncia en venta o en alquiler.
El coste de este certificado es asumido
siempre por el propietario, nunca por el comprador o el inquilino
y tiene una validez de 10 años.
Al igual que las etiquetas de los electrodomésticos,
estos certificados se resumen en unas letras que van desde la A hasta la G.
Estas letras son "La escala de calificación
energética" y mide el consumo de energía que se considera necesario para
satisfacer la demanda energética de nuestra vivienda, así como sus
emisiones de CO2, en condiciones normales de uso.
Lo que se hace es un cálculo donde se mide la energía que se consume al año en términos de calefacción, la refrigeración, ventilación…etc.
Se recoge esta información de emisiones, de CO2, y se divide por los metros cuadrados del piso o vivienda para ese año.
Según el resultado se clasificará a la vivienda con la letra correspondiente, así tendremos la A para la mejor nota (al igual que los etiquetados de los electrodomésticos) y la letra G como la peor calificación.
Normalmente es un técnico especializado (arquitecto o ingeniero) el que tendrá que visitar la vivienda para que tome los datos necesarios antes de elaborar el certificado.
El técnico cualificado realizará medidas, mirará los materiales tanto de la fachada como de los cerramientos de la vivienda, etc.
Después, hay que comunicar el certificado a la comunidad autónoma,
ya que no tiene validez hasta que no es revisado por la Administración.
En el plazo de unos días hábiles se obtendrá la etiqueta energética.
En todos los Países de la Unión Europea, y en la mayoría de las Países
desarrollados, es obligatorio este certificado para alquilar o vender
una vivienda.
En España, este certificado es obligatorio desde el 1 de Junio de 2013 para todas aquellas viviendas que se alquilan o se venden
en España.
Si no se posee este certificado se multa a las viviendas con importes que van desde los 300 € hasta los 6000 €.
La mayoría de la gente hace el certificado de eficiencia
energética cuando va a vender la casa, ya que en caso contrario
no podría venderla.
Los factores que influyen son la provincia y localidad, ya que
marcan la zona climática que define la escala de calificación energética
que afecta al inmueble.
También influyen la antigüedad de construcción ya que nos indica
qué normativas constructivas son de aplicación y la superficie y altura
ya que en su conjunto definen geométricamente qué espacio hay que
calificar.
Otros factores son:
- La superficie y orientación de las fachadas exteriores,
- Los materiales de construcción utilizados, y muy importante si se
utilizo algún tipo de aislamiento térmico como: poliestireno expandido,
poliestireno extruido, lana mineral, lana animal, etc.
- En los cerramientos se tienen en cuenta los muros de fachadas,
suelos y cubiertas, es decir, cualquier tipo de “piel” por la que pueda
entrar o salir energía, ya que determina la demanda de calefacción y
refrigeración del inmueble.
Entre dos inmuebles con misma composición de
muros siempre tenderá a una peor calificación energética aquel con mayor
superficie de fachada.
- De igual manera se definirán los huecos mediante las
características de los vidrios, los Marcos y dispositivos de protección
solar (retranqueos, toldos, lamas, etc.).
- Por último hay que comprobar el tipo de instalaciones que utiliza
el inmueble para generar agua caliente sanitaria, calefacción y/o
refrigeración.
De sus características y eficacia se extraen datos de
emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
En este sentido el uso de
energías limpias como son las renovables ayuda mucho a conseguir una
buena calificación.
Una vez hecho esto, hará los cálculos necesarios para introduciendo esos datos en un programa informático y obtendrá la nota.
Entonces le da el certificado al propietario junto con un dossier de sugerencias para mejorar la nota en caso que la calificación no sea buena y así poder mejorarla.
Es muy importante que quede claro que lo que
se valora es el rendimiento energético, y no la energía total que
se consume, ya que esto dependerá también de la superficie del recinto
que se desee acondicionar térmicamente.
El
rendimiento mide el consumo por metro cuadrado, lo que quiere
decir que un recinto no tiene por que tener mejor calificación por el
hecho de ser mas pequeño.
Este certificado debe entregarse en aquél organismo de cada provincia o comunidad autónoma que sea oportuno para que quede registrado que esa vivienda tiene su correspondiente certificado energético.
No hay un coste fijo, depende de lo que te cobre el técnico que lo
vaya a realizar (desde 70€).
De todas formas aquí te dejamos un comparador de
precios en función del tipo de vivienda para que te hagas una idea.
Si
quieres saber cuento te cobrarán solo tienes que introducir el tipo,
tamaño y código postal de tu vivienda y te aparecerán los precios que te
cobran los diferentes técnicos que los realizan en tu zona:
La
domótica tiene un papel fundamental en el proceso de certificación
energética, principalmente en dos aspectos básicos:
- Monitoreo e Informes en Tiempo Real: Los sistemas de
domótica proporcionan datos en tiempo real sobre el consumo de energía y
otros aspectos relacionados con la eficiencia.
Estos informes permiten a los propietarios y gestores tomar decisiones
informadas para mejorar el rendimiento energético.
- Sistemas de Gestión de Energía: La domótica puede
integrar sistemas de gestión de energía que supervisan y regulan el
consumo en tiempo real.
Esto ayuda a identificar áreas de mejora y a ajustar la configuración de
los dispositivos para optimizar la eficiencia energética.
La certificación energética de edificios es un proceso fundamental que
evalúa y clasifica la eficiencia energética de una construcción.
Este documento oficial, respaldado por compañías punteras y líderes del
sector, es esencial para comprender y mejorar el rendimiento energético
del edificio. La certificación culmina con la emisión de un certificado
y la asignación de una etiqueta energética que varía de la letra A
(máxima eficiencia) a la G (mínima eficiencia).
Los pasos a seguir serían:
- Identificación del edificio o la parte que queremos certificada.
- Procedimiento escogido para la obtención de la calificación
energética.
- Características energéticas del edificio.
- Identificación de la normativa sobre ahorro y eficiencia energética en
el momento de construcción.
- Comprobaciones, pruebas e inspecciones realizadas por el
técnico certificador.
- Calificación de la eficiencia energética mediante la etiqueta
energética.
- Documento con las medidas recomendadas por el técnico certificador.