Muy sencillo, que NO lleva en su composición hierro (Fe).
Normalmente hablamos de
metales ferrosos o no ferrosos, no de materiales, ya
que el hierro solo puede ir acompañado de otros metales en forma de
aleación.
Por ejemplo, no tendría sentido hablar de madera no ferrosa o sin hierro, la
madera nunca lleva en su composición hierro.
Además esos metales ferrosos o no ferrosos, como ya dijimos serán aleaciones, mezcla de dos o
más metales.
Si solo son un metal, si ese metal es hierro será ferroso y si
no es el hierro será no ferroso.
Por todo esto lo mas normal es hablar de aleaciones ferrosas o no ferrosas.
Pero OJO, casi todas las aleaciones metálicas tienen alguna traza, o
cantidad no significativa, de hierro en su composición y sin
embargo, esto no las convierte en aleaciones ferrosas.
Las aleaciones no ferrosas generalmente tienen que tener en su
composición menos del 1% de hierro medido en peso.
Si el hierro constituye un gran porcentaje de un metal, como si fuera el
primer o el segundo elemento más abundante en la composición química del
metal, entonces el metal o material se considerará ferroso.
La respuesta simple es que los metales ferrosos contienen hierro y los
metales no ferrosos no.
La respuesta más técnica sería que los metales ferrosos y los no ferrosos
tienen cada uno sus propias propiedades distintivas.
Estas propiedades determinan las aplicaciones para las que son más
adecuadas.
Los metales no ferrosos se han utilizado desde el comienzo de la
civilización.
El descubrimiento del cobre en el 5.000 años antes de Cristo (a.C.) marcó el final de la Edad de
Piedra y el comienzo de la Edad del Cobre.
La posterior invención del bronce, una aleación de cobre y estaño, inició
la Edad del Bronce.
El uso de metales ferrosos comenzó alrededor del 1.200 a. C. cuando la
producción de hierro comenzó a ser algo común, marcando el comienzo de
la Edad del Hierro.
Maleabilidad: facilidad para hacer láminas con el material.
Los metales ferrosos contienen hierro, lo que hace que la mayoría de sus
metales tengan propiedades magnética, los no ferrosos no tienen
propiedades magnéticas, lo que es muy importante para muchas
aplicaciones electrónicas y de cableado.
Al no tener hierro, les confiere una mayor
resistencia al óxido y la corrosión, y los hace ideales para canalones,
tuberías de líquidos, techos y letreros exteriores.
También son buenos conductores tanto térmicos (calor) como
eléctricos y tienen baja densidad (pesan poco).
Al igual que sus primos ferrosos, los metales no ferrosos como el cobre o el
latón se pueden reciclar tantas veces como se desee sin apenas perder
calidad.
Reutilizarlos conserva recursos ya escasos, lo que hace una contribución
vital a la protección del medio ambiente.
Es una aleación a base de cobre y que
tiene al zinc o cinc como principal elemento de aleación,
con un contenido de zinc que puede variar entre el 20% y el 50%.
Suele tener un 60% de Cobre y un 40% de Zinc, pero a veces se le añaden
otros metales en pequeñas cantidades, como por ejemplo níquel, aluminio,
hierro o silicio.
Dependiendo de los elementos de aleación, los latones se clasifican en:
- Latones ordinarios: Cuando el cinc que contiene no supera
el 50 %.
- Latones especiales: Cuando además llevan otros elementos
como aluminio, hierro, níquel, manganeso, silicio... que le confieren
propiedades particulares.
Entre los ordinarios tenemos:
- Hasta un 20 % de cinc: Se utilizan es bisutería y objetos
de decoración (latón rojo)
- 28-36 % de cinc: Se embuten bien, por lo que se emplean
para obtener casquillos de lámparas y cartuchería (vainas de cartuchos)
- Más del 40 % de cinc: Se emplean en tornillería,
agregándoles un 2% de plomo para poder mecanizarlos mejor.
En general, las aleaciones de Latón son aleaciones fuertes y dúctiles, se
moldean bien y son de color dorado, pero se oscurece cuando se oxida con el
tiempo.
También suelen ser buenas conductoras del calor.
Dúctil: facilidad para convertirse en cables.
El estaño también se puede alear con cobre para producir lo que se
llama bronce de
estaño.
Un buen ejemplo es el C85500 (también conocido como “latón amarillo 60-40”).
Esta aleación contiene hasta un 63% de cobre, un 0,8% de aluminio y
alrededor de un 40% de zinc.
Dado que el contenido de zinc es alto, el material se clasifica como latón.
Es una aleación de cobre y que tiene estaño
como principal componente de la aleación.
Normalmente el bronce llamado "Básico" tiene un 88% de cobre y un 12% de
estaño.
También pueden contener proporciones variables de aluminio, plomo, berilio,
manganeso y tungsteno, además de silicio y fósforo, pero nunca de
zinc, ya que seria un latón.
La proporción entre los componentes determinará el color, la rigidez y el
uso del producto resultante.
Pero en general son aleaciones más duras que el latón y resistentes a la
corrosión, de color rojizo y/o amarillo.
El cobre se utiliza mucho por ejemplo para fontanería y para cables
eléctricos, zinc para canalones, aluminio para electrodomésticos o ollas,
acero inoxidable para utensilios de cocina o fregaderos, y latón para
grifería. o algunas manijas de las puertas.
En cuanto al plomo, ya casi no se utiliza por su toxicidad.
El término bronce se usa con un modificador precedente que describe el tipo
de bronce que es, indicando los principales elementos de aleación.
Por ejemplo, MTEK 83-7-7-3 / C93200 es un bronce con alto contenido de plomo
y estaño porque contiene 7% de estaño y 7% de plomo, además de 83% de cobre
y 3% de zinc.
Además, MTEK 175 / C95400 se llama bronce de aluminio porque está compuesto
de 11% de aluminio además de 85% de cobre y 4% de hierro.
Las aleaciones a base de cobre se utilizan para satisfacer necesidades como
la resistencia al óxido, resistencia a la corrosión, buena resistencia
mecánica, propiedades de fricción y desgaste, resistencia a las
bioincrustaciones y alta conductividad eléctrica y térmica.
Para acabar hablaremos un poco del os ferrosos, ya que algunos son muy
conocidos y sería bueno que no los confundieras.
Algunos metales ferrosos comunes incluyen acero aleado, acero al carbono,
hierro fundido y hierro forjado.
Estos metales son apreciados por su resistencia a la tracción y durabilidad.
El acero al carbono, también conocido como acero para
estructuras, es un
elemento básico en la industria de la construcción y se utiliza en los
rascacielos más altos y en
los puentes más largos.
Los metales ferrosos también se utilizan en tuberías
industriales, automóviles, vías de ferrocarril y muchas herramientas
comerciales y domésticas.
Los metales ferrosos tienen un alto contenido de
carbono que generalmente
los hace vulnerables al óxido cuando se exponen a la humedad.
Hay dos excepciones a esta regla: el hierro forjado resiste el óxido debido
a su pureza y el
acero inoxidable está protegido del óxido por la presencia
de cromo.
La mayoría de los metales ferrosos son magnéticos, lo que los hace muy
útiles en la construcción de los
motores
eléctricos.
El uso de metales ferrosos en la puerta de tu
refrigerador
te permite fijar
tu lista de la compra con un imán.